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El canciller Olaf Scholz visitó el país en busca de que Alemania tenga mayor acceso al litio nacional. El papel de Argentina en un mercado que toma fuerza.
La visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a nuestro país fue un evento singular en materia política y de firma de acuerdos. En una reunión bilateral, en el marco de una gira sudamericana, se trabajó en una agenda que incluyó acuerdos de inversión y cooperación técnica en materia de energía renovable y también de transición. Además, un proyecto de construir una planta de Gas Natural Licuado (GNL) para despachar por barco a Alemania y otros países europeos.
En el trasfondo, según un informe de Bloomberg News, la visita oficial del canciller a los países del Cono Sur tiene como objetivo asegurarse suministros adicionales del litio que gigantes del automóvil como Mercedes-Benz Group AG y Volkswagen AG necesitan para sus baterías de vehículos eléctricos.
Chile es el segundo proveedor mundial de litio, después de Australia, y gran parte de su producción es absorbida actualmente por China. Scholz busca garantizarse una mayor cuota para la mayor economía de Europa y parte de la estrategia de Alemania es ayudar a Chile a desarrollar una mayor parte del proceso de producción a nivel local y con el menor impacto medioambiental posible. La competencia por el mercado del litio toma fuerza y la región podría recibir inversiones para mejorar su sistema de extracción y producción, o directamente, como el caso argentino, a desarrollarlo.
Transición ecológica
Las potencias económicas del mundo, como Alemania, compiten ferozmente por unos recursos cada vez más escasos, y el acceso a metales y tierras raras es crucial para la transición hacia economías más limpias y tecnológicamente más avanzadas.
En la carrera mundial por muchas de las materias primas, China se ha convertido en el proveedor o procesador dominante, lo que ha suscitado advertencias mundiales sobre la excesiva influencia del gobierno de Beijing, especialmente en Alemania, que en las últimas décadas ha dependido en gran medida de las importaciones de combustibles fósiles rusos.
Sin embargo, desde la invasión a Ucrania por Vladimir Putin, el gobierno de Scholz inició un proceso de diversificación de proveedores de materias es insumos que necesita para mantener su economía en funcionamiento.
El sábado, Alemania y Argentina firmaron en Buenos Aires un memorando de entendimiento destinado a garantizar el acceso de Berlín a los ricos recursos de litio del país. Tras una reunión con el presidente argentino, Alberto Fernández, Scholz se pronunció en contra de una política «que sólo sirve a los intereses de ese país que quiere procesar las materias primas para sí mismo».
El domingo Scholz se refirió directamente a China como competidor de Alemania en el mercado mundial de materias primas. «Hay Estados que piensan que todas las materias primas vienen de China, pero esto no es cierto. De hecho, muchas materias primas vienen, por ejemplo, de Argentina o Chile, se envían a China, se procesan allí y se vuelven a vender», dijo y agregó: «La pregunta es: ¿No se puede trasladar el procesamiento de estos materiales, que crea miles de puestos de trabajo, a los países de donde proceden estos materiales?».
En Santiago de Chile, el domingo, el canciller alemán envió un mensaje similar.: Alemania está dispuesta a entrar en el negocio del litio con América Latina en un intento de independizarse de China.
Por su parte el presidente chileno, Gabriel Boric, citado por la agencia Bloomberg, se mostró decidido a reorganizar la industria del litio en su país. «Queremos crear una empresa nacional del litio a través de varios mecanismos de tratados», dijo el mandatario trasandino. «Chile tiene el derecho y el deber de participar en esta industria», añadió en conferencia de prensa.
Sólo dos empresas producen litio en Chile: la estadounidense Albemarle Corp. y la local SQM, en la que la china Tianqi Lithium Corp. tiene una participación superior al 20%. Estas empresas producen principalmente carbonato de litio, que se destina en más de un 90% a Asia.
Tanto SQM como Albemarle extraen grandes cantidades de salmuera de un salar del desierto septentrional de Chile y la almacenan en estanques de evaporación gigantes durante un año o más. El concentrado resultante se convierte en carbonato e hidróxido de litio en plantas cercanas y se envía a los fabricantes de baterías chinos y coreanos.
El proceso utiliza mucha menos agua dulce, productos químicos y energía que la minería de roca dura. Pero la técnica de evaporación solar implica la extracción y posterior vaporización de miles de millones de litros de salmuera en uno de los lugares más áridos de la Tierra, lo que, según algunos, supone una amenaza para la fauna autóctona.
Es en ese contexto que existen fuertes presiones para implementar un proceso de extracción más selectivo o directo que supondría mucha menos evaporación, y probablemente menos producción y beneficios. Tanto SQM como Albemarle están investigando este tipo de técnicas, relativamente poco probadas comercialmente.
Los pesos pesados del litio
Mientras que Chile y Australia concentran la mayor parte del suministro mundial de litio, China posee más de la mitad de toda la capacidad de refinado para convertirlo en productos químicos especializados para baterías.
El dominio de la capacidad de refinado y fabricación de este material por parte del país asiático preocupa cada vez más, ya que la dependencia de China se considera ahora una vulnerabilidad en medio de las tensiones comerciales y políticas que están provocando un replanteamiento de las líneas de suministro mundiales.
China es el lugar menos caro para procesar el litio debido a los menores costes de construcción y a una amplia base de ingeniería química procesada a la que recurrir. Construir capacidad de refinado en Australia y Estados Unidos cuesta el doble, mientras que Sudamérica se sitúa en un punto intermedio. Tanto SQM como Albemarle tienen activos de procesamiento en China.
La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, predijo el año pasado que materias primas como el litio y las tierras raras pronto serán más importantes que el petróleo y el gas.
Según sus previsiones, sólo en la UE la demanda de tierras raras, que se utilizan en motores eléctricos, turbinas eólicas y aparatos electrónicos portátiles, se habrá quintuplicado de aquí a 2030.
Por Camilo Ciruzzi
FUENTE: MÁS ENERGÍA